Todos los progresos en la sociedad deben de ser bienvenidos siempre. Con el paso de los años muchos ámbitos económicos y sociales han visto cómo han cambiado notablemente como consecuencia de la introducción de diferentes innovaciones. Sin ningún género de dudas, el sector tecnológico destaca por encima del resto en este sentido, habiendo cambiado la vida a millones de personas como consecuencia de los nuevos instrumentos puestos al alcance de la mano de la población mundial.
Pero todos estos nuevos productos en el mercado, trae consigo la sustitución de otros muchos que estaban en los hogares de millones de personas y que han quedado obsoletos. Todos estos desechos tecnológicos es lo que se engloba dentro de los e-waste, y suponen un grave riesgo para la salubridad humana, contaminación medioambiental, y grandes pérdidas económicas sino se eliminan de la manera adecuada.
Un reciente informe de Betway el casino online pone encima de la mesa numerosos datos que sirven de constatación de la problemática del e-waste y de cómo esto puede afectar en la vida de la población actual y en el futuro de las nuevas generaciones.
El estar dentro de una sociedad consumista es una realidad, por ello, se produce la renovación de numerosos aparatos tecnológicos que se consideran obsoletos, pero que no lo son tanto. Especialmente ocurre en el ámbito de los Smartphones, tablets o dispositivos inteligentes, que debido a la continua innovación que ofrece el mercado, invita a comprar modelos nuevos, pasado poco tiempo desde la anterior adquisición.
Todo ello hace, que, en el 2017, últimos datos contrastados por el estudio Global E-waste Monitor, se produjeran 44,7 millones de toneladas de residuos electrónicos a nivel mundial.Una auténtica exageración si se considera que solo una quinta parte de este total se recicla convenientemente sin que se produzcan daños medioambientales.
Las previsiones no son nada halagüeñas con respecto a los años venideros. Se estima que esta tendencia siga al alza sino se toman las medidas adecuadas y se instaura en la sociedad una opinión crítica sobre esta tesitura. Si esto no cambia, se postula que en 2060 serán 120 millones de toneladas de e-waste las que se generarán mundialmente, una cifra del todo insostenible sino se tiene al reciclaje sostenible como primera opción desde este momento para el tratamiento de los productos tecnológicos desechados.
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